Estenosis de la anastomosis gastroyeyunal: su presentación varía en los diferentes grupos con porcentajes que van desde el 1% al 25%, ocurre entre los 30 a 45 días después de la cirugía. Se asocia más con el uso de suturas circulares y posteriores a filtraciones. El diagnóstico clínico se comprueba con endoscopia, en la que se encuentran defectos de menos de 10 mm que impiden el paso del endoscopio. Su manejo inicial es endoscópico y mediante dilataciones progresivas en manos expertas que disminuyan el riesgo de perforación.
Obstrucción intestinal: el cuadro clínico de un paciente con episodios de dolor y vómitos debe hacer pensar en esta complicación, que en algunas ocasiones es de difícil diagnóstico. Se recomienda el cierre de los defectos del meso como medida de prevención. Una vez pensado, el abordaje quirúrgico debe realizarse para evitar una catástrofe tardía.
Úlceras de boca anastomótica: también pueden presentarse en forma tardía, y como en toda enfermedad ácido-péptica deben corregirse los factores causantes, por ejemplo, uso de AINE, tabaquismo y consumo de alcohol. Su manejo es médico al máximo posible, teniendo en cuenta que la cirugía revisional solo aplicaría en situaciones de recidiva.
Fístulas o filtacions de la unión gastroyeyunal: es la complicación mas temida pero no tan frecuente. Se presenta dentro de los primeros días post operatorio, con dolor abdominal, fiebre, intolerancia a los líquidos, cambio de color en el drenaje o mal olor. El tratamiento puede ser conservador (no cirugía) cuando se deja drenaje o quirurgico, en ambos casos se puede llegar a dejar una sonda de alimentación hasta que el organismo termine de cicatrizar la herida.
Colelitiasis: se observa un importante aumento en el porcentaje de pacientes que desarrollan litiasis biliar post bypass gástrico. Su manejo varía en tendencias: de grupos en los que se realiza colecistectomía profiláctica a todos los pacientes concomitantes con el bypass (aun sin cálculos); de grupos en los que se realiza la extracción de la vesícula a aquellos que presentan cálculos sin síntomas y grupos en los que solo se realiza la extracción en el mismo mo- mento si el paciente es sintomático. Los resultados no demuestran evidencia que alguna tendencia sea mejor. El protocolo que establezca cada grupo basa- do en su experiencia debe ser la pauta a seguir.
Deficiencias vitamínicas: todos los pacientes sometidos a bypass gástrico re- quieren suplemento vitamínico en el posoperatorio. Deben monitorizarse los niveles de hierro sérico, vitamina B12 y calcio para evaluar si la ingesta del suplemento está manteniendo los requerimientos necesarios. Es muy importante la prevención de estas complicaciones con la educación preoperatoria que el grupo multidisciplinario realice y con un control posoperatorio permanente y periódico que reafirme en el paciente la necesidad del suplemento establecido.