De hecho, las personas con obesidad integran uno de los grupos priorizados para acceder a la vacunación, al igual que aquellos que tienen diabetes, cardiopatías y afecciones respiratorias crónicas, entre otras enfermedades de riesgo.
En su carta, las autoridades de la Sociedad Argentina de Cirugía de la Obesidad (SACO) argumentan que “la demora, la obstaculización o el impedimento en el acceso al tratamiento quirúrgico bariátrico y metabólico de los pacientes con obesidad, que integran el grupo definido como ‘de riesgo’ por el Ministerio de Salud de la Nación, podría transformarse en un perjuicio para su salud, tanto por el agravamiento de las comorbilidades o la aparición de consecuencias derivadas de ellas, en algunos casos irreversibles, como por la mayor vulnerabilidad a Covid-19 con los riesgos médicos que han sido demostrados, como una mayor tasa de enfermedad grave, mortalidad y contagiosidad”.
En este momento de alta tensión del sistema sanitario, la suspensión de las operaciones programadas que no impliquen riesgo de vida apunta a volver a reducir como en marzo pasado las internaciones, fundamentalmente la ocupación de las terapias intensivas. Por otro lado, Pedro Martínez Duartez, presidente de la SACO, observa que la mayoría de los pacientes que están en terapia intensiva por Covid-19 son obesos.