Luego de la cirugía el nutricionista lo guiará en los cambios necesarios en su alimentación. Todos los miembros del equipo lo acompañarán en el cambio de hábitos incluyendo psicología, actividad física y control clínico.
La adherencia y motivación al tratamiento se ven favorecidas por la disminución del apetito y saciedad precoz originadas por la técnica quirúrgica, lo cual conlleva al descenso de peso no logrado por estrategias anteriores.
Posterior a la cirugía el control clínico nutricional es fundamental. El cumplimiento en la toma de la suplementación indicada evitará deficiencias nutricionales y sus posibles consecuencias en la salud.
Los controles clínicos post quirúrgicos se establecen de acuerdo a cada paciente, siendo mínimo cada 3 meses durante el primer año postquirúrgico, cada 6 meses el segundo año y luego 1 vez por año. Indicando controles específicos según necesidad o situación de salud en especial.
Durante las consultas, se evaluarán estudios solicitados, signos vitales, peso, índice de masa corporal, adaptación a cambios en pautas de alimentación, hidratación, consumo de vitaminas y minerales, y ejercicio físico.
Con la preparación y el seguimiento clínico nutricional adecuado, y el compromiso y responsabilidad del paciente en el cumplimiento de las indicaciones, la cirugía bariátrica es la herramienta que permite mayor grado de efectividad a corto y largo plazo.